Las consecuencias del desarrollo de una tecnología capaz de hacer posible la generación de electricidad a partir de una fuente tan renovable como el sol, están siendo visibles para las grandes eléctricas. Después de varios años de desarrollo de esta tecnología las grandes eléctricas han decidido aliarse con el sol para ampliar su presencia en el cada día más importante sector de las energías renovables.
Iberdrola ha firmado recientemente la compra de electricidad de origen solar a más de 2000 pequeños productores fotovoltaicos, con una potencia de generación aproximada de 150 megavatios (MW). Esta cifra, según fuentes del periódico El Mundo, equivale a un 3,5% del parque fotovoltaico de España.
Endesa también se unirá a esta iniciativa a partir del 29 de septiembre, fecha en la que realizará una subasta para la compra de energía solar en el mercado ibérico. Esta subasta servirá para fijar un precio a los productores fotovoltaicos y se convocará trimestralmente.
Dicha compañía pretende comprar hasta un máximo de 500 GWh a plazo de electricidad con origen fotovoltaico.
El mercado de la energía solar está creciendo año tras año a un ritmo imparable. Los últimos datos arrojados por el informe Ren 21 muestran un avance exponencial de la fotovoltaica a nivel mundial, pasando de los 2,6 GW instalados en 2004 a los 177 GW en 2014. Por ello, tras más de una década en la que las grandes eléctricas han apostado fuertemente por la generación de electricidad en centrales de ciclo combinado (gas natural), y claramente posicionadas de espaldas a la energía solar, se ha producido un volantazo en su estrategia empresarial y han decidido apostar por lo que siempre han considerado “una tecnología inmadura, cara y poco eficiente”.